Actualmente la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública ha transitado por cinco rediseños curriculares a partir de su creación en 1985, con el objeto de mantenerse como un programa educativo de vanguardia en el contexto regional y nacional; el primero de ellos consta de dos grandes áreas: Sustantiva que incluye a la Ciencia Política y a la Administración Pública, y Adjetiva que contiene la investigación, las finanzas, el derecho, la economía y la instrumental. La duración de la carrera fue de nueve semestres con un total de cuatrocientos tres créditos y en cada semestre las materias se clasificaron conforme a sus respectivas claves.
La modificación curricular realizada en 1994 logró proporcionar elementos teóricos e instrumentales que permitieran analizar procesos políticos y sociales con tendencias a mejorar la toma de decisiones en el ámbito estatal y municipal, en síntesis formar profesionales y especialistas en ciencia política y administración pública. En 1996 se instaura la Maestría en Administración Pública Estatal y Municipal, otro eslabón en la cadena de logros significó la celebración de convenios de intercambio y colaboración con la Universidad Autónoma de México, el Colegio Nacional de Ciencias Políticas y Administración Pública y el Instituto Nacional de Estudios Políticos A.C.
Derivado de la realidad nacional, estatal, y municipal, se desprende la necesidad imperante del gobierno por contar con una línea estratégica que permita la profesionalización del personal que labora en el sector público, en ese sentido se incorporan gradualmente temas de planeación del desarrollo municipal, en los que se concibe al municipio como un factor de cambio estructural, posteriormente se adicionan temas relativos a políticas públicas, partidos políticos, grupos de presión, geopolítica, teoría de escenarios. Es importante señalar que el plan de estudios del año 1994 agrega áreas terminales; gerencia pública y análisis político.
En virtud de fortalecer el perfil del egresado se contemplaron habilidades, actitudes y conocimientos especializados, indispensables para el ejercicio profesional con perspectiva a estudios de posgrado, analista de problemas públicos sociales, comunitario, impulsor de proyectos para el mejoramiento social y económico.